domingo, 16 de enero de 2011

El arquero y los diez mil hombres

Un arquero, con ropas desdeñadas, caminaba por el desierto de la decisión, cerca de las colinas del sentimiento y los abismos del pensamiento. Caminaba triste y solitario hacia un ejército de diez mil hombres con lanzas, arcos, espadas y caballos que le impedían llegar al poblado que intentaba proteger. Avanzaba lentamente durante el segundo de los tres días que tenía para tomar una decisión muy simple, enfrentar a los diez mil hombres para poder llegar al sitio deseado, o unirse a ellos para hacer de la destrucción de todo lo que quería una aparente felicidad. Transcurría el tiempo y el arquero intentó subir a las colinas del sentimiento para hacer mas fácil su decisión, pensó que si subía allí, podría tener una posición privilegiada para enfrentar al ejército que se le oponía. Al intentarlo cayó en cuenta que no podía llegar solo, pues había grandes obstáculos que alguien ubicó allí durante mucho tiempo, una mítica mariposa cuyas alas transmitían tranquilidad y calor sobre quien era acogido por ellas. Ella ubicó esos obstáculos para que nadie pudiera conocer realmente la cima de las colinas del sentimiento, ya que era imperfecta y no proporcionaba una visión absoluta. Solo la mariposa podía ayudarle a superarlos, pero ésta mariposa no estaba cerca, ni a un día de galope en un caballo podría encontrarla, y de hacerlo no estaba seguro de que ella quisiera colaborar, pues la mariposa tendría miedo de acercarse al campo enemigo. El arquero no quería desistir, razón por la cual decidió descender a los abismos del pensamiento en busca de algo que le ayudara a tomar esa simple decisión.

Existía un peligro poco conocido en los abismos del pensamiento, hierbas del futuro, las cuales al entrar en contacto con la piel de cualquier ser provocaban en este un sin fin de pensamientos con situaciones posibles bajo las cuales se hacía casi imposible tomar una decisión; situaciones que alguien mas había pensado, situaciones ideales, situaciones probables, situaciones que ante los ojos de los demás podrían parecer buenas, pero situaciones que realmente eran inciertas, y que solamente quien las siguiera sabría donde lo llevarían para bien o para mal.

Muy profundo, decía una historia antigua, en el abismo del pensamiento, podría encontrarse la locura, la cual te fulminaría con solo observarte, pero también podría encontrarse el agua de la insensibilidad, y quien la bebiese adquiriría capacidades que le inhibirían sus deseos y pensamientos mas profundos, estas nuevas habilidades permiten que el individuo pueda aceptar al dinero, las posesiones, y el éxito laboral como una felicidad absoluta, sin importar la presencia de una soledad que se puede disfrazar ante las circunstancias, e inhibiendo la capacidad de entregarse a las personas. La historia dice en un pasaje al final que hubo una época donde toda la humanidad bebió de éstas aguas, y un día cayeron víctima de la resignación, la codicia, y el odio de unos con otros.

El arquero ha vuelto a la superficie, lleva un puñado de hierbas del futuro en sus manos desnudas, sus ojos parecen desenfocados, y parece que ahora tuviese que pensar como piensan todos los demás, se dirige de frente hacia el ejercito de los diez mil hombres, durante el trayecto vuelve la mirada, y la eleva hacia el cielo, como quien busca algo que vuela…

El tiempo ha pasado, el pueblo ya no existe, todo lo que allí existía se ha marchitado, el arquero tiene un castillo que le ha sido otorgado por parte de los hombres, las personas del nuevo poblado dicen que es una persona exitosa. Quienes lo han visto dicen que posee caballos, tierras productivas, y un reino próspero, sin embargo hay quienes aseguran que es un hombre serio, frío, y que mira a todos los demás con indiferencia, en ocasiones lo ven asomarse por una de las ventanas de su castillo vacío, mirando hacia las ruinas del pueblo que una vez destruyó, buscando sus amigos, sus deseos, y aquellas cosas sin importancia que la gente de hoy ignora.

1 comentario:

  1. Otra historia cuenta, que los obstáculos que la mítica mariposa coloco en el camino, solo podían ser superados por el verdadero amor, aquel que se enamorara perdidamente de ella podrida superarlos, la mariposa estaba perdidamente enamorada del arquero y coloco los obstáculos para que solo el pudiera llegar a ella, ya que para otro hombre cualquiera esta tarea era imposible. En aquel momento la mariposa quería ayudar al arquero pero tenia miedo de ser herida con las lanzas de los diez mil hombres, por eso le quiso enviar al arquero sus mágicos poderes para que estos lo protegieran y nada pudiera hacerle daño, le hizo saber que ella estaría esperando por el, y que si volvía amándola ningún obstáculo estaría impidiendo la entrada a las colinas del sentimiento. La mítica mariposa espera cada día la llegada de su arquero y cuida la entrada a las colinas para que nadie mas pueda llegar hasta allí.

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