domingo, 7 de febrero de 2010

Un cuento de Amor: El Tipo aburridoramente divertido, y la Señorita divertidamente aburrida.

Sucedió en aquel entonces, cuando ellos estaban en la Facultad. Él, un tipo callado ante los ojos de algunos, y divertido ante los otros, conoció a una señorita muy maja y divertida, ante los ojos de él, pero normal y aburrida ante los ojos de los demás. Aquí os narro su historia.

Cuando se conocieron, hablaban constantemente, día y noche, y en algunas ocasiones día otra vez. Se contaron sus historias de la vida, muy diferentes entre los dos, pero interesantes a la manera de cada quien. Se gustaron y se desearon, decidieron hacerse pareja y el tiempo comenzó a correr, juntos.

Como en toda relación, la etapa del enamoramiento, estadísticamente limitada a seis u ocho meses como máximo, transcurrió con momentos felices y otros no tanto para la pareja. La señorita, hacía todo lo posible por mantener a su amor contento, mientras el tipo, sobreponía a su señorita ante todas las cosas en el mundo. Y el tiempo continuó.

Tal vez el tiempo, manipulado a disposición de las circunstancias entre la pareja, inicialmente contó sus minutos como si fueran segundos, logrando que muchas de las cosas importantes de la vida de cada uno, se contaran en un corto momento, seis meses perfectamente se comprimieron en dos. No con esto se jugó en contra de la relación, pues la naturaleza, buscando reprender al tiempo y lograr un equilibrio, consiguió que un año o algunos más le parecieran al pobre tiempo tan solo otros seis meses.

Pasados los días y los años, cada cara en la relación comprendió que la otra no era todo lo que buscaba, pero de igual manera, significaba un porcentaje importante en lo que si se quería. y por tanto cada cara decidió ver el verdadero rostro de su contraparte. He aquí que la señorita descubrió que su tipo, divertido a su manera, era feliz cosas que a ella le parecían simples. Y el tipo observó que a su señorita le hacía falta aquello que él no tenía para poder hacerla feliz. La relación entre los dos se tornó tan monótona que no parecía ir a ningún lado. La relación al mundo, como pareja se tornó aburrida ante los ojos de algunos, y bizarra ante los ojos de otros.

Finalmente la sociedad se disolvió, y cada quién continuó con su camino. El tiempo se reveló contra la naturaleza y los años transcurrieron como segundos, y al pasar unos tantos, cuando la señorita miró atrás en su camino, cayó en cuenta que jamás encontró felicidad total en su vida, y que aquellas cosas dejó de hacer para mantener viva la relación con el tipo, sencillamente porque le parecieron simples, podrían también haberle dado más felicidad de la que se imaginaba. De igual manera el tipo agotado de tanto intentar encontrar la mujer perfecta para él, entendió que todo lo que necesitaba era intentar complacer un poco más a su señorita, aquella que tuvo tan solo un 51% de las cosas que buscaba, o tal vez un 49%. No es cuestión de números.

El tiempo ganó la batalla contra la naturaleza y permitió que el tipo y la señorita fueran devueltos a la tierra uno al lado del otro. Y cuando sus almas se miraron, se abrazaron y se pidieron perdón por aquella intolerancia que se tuvieron, por la mente cerrada que tuvo ella ante los gustos de su tipo, y por la indiferencia que tuvo el tipo ante las necesidades de su señorita. El tiempo también decidió que su historia se convirtiera en leyenda, y la leyenda en mito, uno que cuenta que un anciano y una bruja arrojaron una maldición para todas aquellas personas que quisieran tener una relación estable, duradera, y sincera en el mundo. La maldición se manifestará en incontables formas; Tabúes de la sociedad, tendencias de la apariencia dictadas por los medios de comunicación, indiferencia ante el compromiso de la mayoría de las personas, infidelidad permisible, intolerancia, racismo, extinción de la libertad de pensamiento, prohibiciones religiosas, felicidades aparentes, como el consumismo y las pertenencias materiales, entre muchas otras cosas… al parecer en la sociedad actual, la maldición se ha apoderado de la relación de pareja, con todas esas formas ocultas bajo una palabra, Amor, esa palabra que permite que la gente se junte, y también juzga cuando debe separarse.

La naturaleza en su último intento por reprender al tiempo se sacrificó dejando una alternativa al amor. Un estado existencial en el que se percibe la relación de pareja como algo que es construye en conjunto, y que ofrece la sensación de progreso en las personas. Este estado existencial solo puede ser alcanzado cuando el Amor se entiende no como un sentimiento en el corazón, sino una energía que permite entender a las personas con tolerancia, sabiduría, apoyo, y respeto.
¿Quién ganará la batalla? Cuando el tiempo y la naturaleza lo permitan. Tu mente lo decidirá.

Ah, por cierto. El tipo y la señorita permanecieron juntos el resto de la eternidad.

4 comentarios:

  1. Por un instante pense, hp se agarrarón otravez!!! jajaja

    esta buena la historia y muy profunda es la realdidad del amor!!! buscar y buscar y buscar!!! q buscas? mmmmm

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  2. jajajajaja, que cree que solo escribe cuando nos agarramos.. jajaja

    mi amor está super linda, muy cierto lo q dices.. solo espero tu y yo seamos como la señortia y el tipo!! te amo!

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  3. muy bueno...... esa situacion ocurre con frecuencia, a cada pareja de forma apropiada. pero,, ¿como evitar algo asi? - ¿como hacer entender a tu otra mitad ke es todo para ti? ahhh!!! espero encontrar la respuesta a estas preguntas en los proximos "Cuentos Vanderghastianos" jajaja Vacano Vacano chauo.
    David...

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  4. Esperen esperen....la verdad opino que no es muy bueno, de hecho es uno de los cuentos que no recrea el aire y el estilo de los anteriores...
    Daniel puedes hacerlo mejor...ademas se vuelve un cuento muy sencillo y monotono, en una parte tu lenguaje es irritante y repetitivo.Lo unico que me agrada es tal vez esa definición de unión a través de la naturaleza.

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